
09 Sep Nuevo edificio de Infantil y escultura de Santa Joaquina

El Colegio Ntra. Sra. del Carmen inauguró hoy el nuevo edificio de Educación Infantil y la escultura de Santa Joaquina de Vedruna, obra del escultor palmerino Martín Lagares. Fue un acto sencillo y muy participativo, con familias, alumnado, profesorado y representantes de instituciones.
Asistieron la alcaldesa, Rocío Moreno; el delegado territorial de Educación, Carlos Soriano; y, en nombre de la Fundación Vedruna Educación, David de Frutos junto al equipo de Gestión (José Antonio Ortega, Eva Gil y Francisco Solano). También acompañaron el coadjutor, don Daniel Angulo; la concejal de Educación; la AMPA; el Consejo Escolar; equipos directivos de centros de la localidad y de la Fundación.
En sus palabras, la dirección del centro subrayó el sentido educativo del proyecto: aulas abiertas, luminosas y flexibles, con espacios pensados para el juego, la curiosidad y el encuentro con las familias. “No es solo ladrillo y cristal; es un lugar pensado con alma”, señaló. Y añadió: “Queremos que sea un espacio de puertas abiertas, para la alegría de aprender y para sentirse en casa”.
La comunidad recordó su historia reciente y sus raíces. Hace un año se celebraron los 50 años de la apertura del colegio en la Avenida de la Zarcilla, y la memoria se remonta a 1942, en la Plaza del Altozano, cuando las Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna comenzaron su misión en La Palma. Este curso, además, la red Vedruna conmemora los 200 años del inicio de su misión educativa.
La escultura de Santa Joaquina, instalada en el patio, se presentó como un signo de identidad que mira al pasado y al futuro. Su mensaje —“Hacedlo todo por amor y nada por fuerza”— inspira el estilo educativo del colegio: acompañamiento cercano, creatividad y compromiso con el bien común.
El centro agradeció el apoyo de la Fundación Vedruna Educación, la Delegación de Educación y el Ayuntamiento, así como la implicación de familias, profesorado, alumnado, personal de administración y servicios, voluntariado, colaboradores y el equipo técnico y arquitectónico que ha hecho posible la obra. “Gracias por estar, por sumar y por hacer comunidad”, concluyó la dirección.
Con esta inauguración, el colegio abre un espacio que escucha a la infancia y acompaña sus ritmos. Un paso adelante para seguir educando con esperanza y construir, entre todos, un futuro compartido.