Mirar las raíces

Comenzábamos el curso valorando los aprendizajes que este tiempo de pandemia ha tenido para nuestro centro: ser conscientes de detalles desapercibidos, el potencial de la tecnología como herramienta de comunicación, la flexibilidad en la organización, el inestimable servicio de tantas personas que han dado lo mejor de sí mismos… Transcurrido este primer trimestre del curso 2021/2022 podemos felicitarnos por la normalidad alcanzada para poder seguir los procesos educativos.

En este tiempo de crisis han sido los valores de nuestra propuesta educativa los que nos han marcado la ruta. A veces nos olvidamos de ellos, en circunstancias nos mueve la urgencia y la falta de pensamiento, otras veces nos equivocamos. Sin embargo, es imprescindible mirar las raíces para seguir construyendo la escuela que soñamos.

El hecho de plantearnos volver a estos valores es la mejor garantía para mantener la fuerza de nuestra propuesta: la centralidad de la persona, proponer una educación al servicio de la participación, la justicia, la fraternidad, la acogida especialmente de los más vulnerables, formar personas con disposición a ponerse al servicio de la comunidad, las metas compartidas y el trabajo en equipo, entre otros. Otro año por delante para seguir avanzando poco a poco.