Hay que mejorar la salud mental de nuestros alumnos

La salud mental, según la OMS, es «un estado de bienestar en el que la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad». Un estado que no siempre es completo cuando se siente que algo no va bien. Son diversos los factores que pueden alterar ese estado de bienestar. Miguel Guerrero, psicólogo, señala que «la pandemia ha actuado como un factor de riesgo ambiental-contextual que ha incrementado el aislamiento, la falta de oportunidades de socialización, la interrupción de la vida escolar y académica, los problemas socioeconómicos de las familias y la incertidumbre». Cuando la escuela dejó de ser un espacio de socialización por el COVID 19 (cuando no hay juegos, extraescolares, tiempo de ocio…), cuando se pasa mucho tiempo sólo, en redes sociales y a veces no haciendo buen uso, cuando se pierden hábitos de constancia, esfuerzo, hábitos de sueño…, se incrementaron los problemas relacionados con la salud. Sin duda, el ambiente académico, familiar o la propia presión académica, agravado todo por la pandemia, han podido ser factores determinantes para que los alumnos tengan trastornos de conducta, cuadros de ansiedad, déficits atencionales, problemas con la propia imagen, de identidad, irritabilidad, etc.  

Ante esta situación es urgente que la escuela se prepare para prevenir y detectar posibles problemas de salud mental  en la infancia y la adolescencia. Es básico que promocionemos la salud mental en las aulas y que la educación emocional ocupe un lugar importante en la vida escolar. En esta labor es crucial el papel de orientadores y psicólogos educativos. Ahora, también, la recién creada figura del coordinador de bienestar.

Con la presencia de la educación emocional los alumnos pueden aprender a gestionar y conocer sus propias emociones, herramienta clave para afrontar las distintas situaciones a las que tienen que enfrentarse. Debemos crear una cultura de los cuidados y un clima escolar sano con el que promover el bienestar mental de nuestros alumnos y reducir los problemas que puedan afectar a la salud de nuestro alumnado.

Depresión, ansiedad y estrés son los trastornos de salud más comunes entre los estudiantes. De la prioridad de mejorar la salud mental se habla en el reportaje sobre salud mental que incluye el número 47 de la revista EDUCACIÓN 3.0.